

Esta semana, el @ispch autorizó a Pfizer Chile S.A. a importar 10.100.025 dosis al país para inocular a alrededor de 5 millones de personas mayores de 16 años de edad. El Presidente @sebastianpinera, en Cadena Nacional, adelantó que las primeras 20 mil dosis llegarán este mes.





El mandatario precisó que vacunarán “de inmediato” a todos los profesionales de las Unidades de Cuidados Intensivos de las regiones “con mayor incidencia de Coronavirus”, tales como Bío Bío, La Araucanía, Magallanes y la Región Metropolitana.


A la fecha, pese a los anuncios de la autoridad, el acuerdo entre el Estado y Pfizer no es de acceso público, hecho que ha generado incertidumbre entre los expertos, quienes avizoran complicaciones en materia de logística y altos costos asociados a la distribución de la vacuna.
En conversación con NYC, Mercedes López, inmunóloga y doctora en Ciencias Biomédicas, sostiene que el @ministeriosalud como el @min_ciencia tienen la responsabilidad de transparentar a la opinión pública las condiciones que está suscribiendo con cada laboratorio farmacéutico.


Afirma que la población chilena tiene una cultura de vacunación “con tasas muy altas”. Sin embargo, agrega, un proceso poco transparente con un gobierno que además adolece de una baja aprobación, “le hace un tremendo daño a la cultura de vacunación en Chile”.
“Me molesta que esté primando la idea de que los grupos antivacunas en Chile son poderosos como en Europa o EE.UU. En Chile la gente se vacuna, las coberturas de vacunación son muy altas y los grupos antivacunas son muy aislados”, explica López.
Agrega que, “por tanto, el tema central es la transparencia de cómo el @ministeriosalud ha hecho las cosas: cuáles son las vacunas que van a llegar, en qué momento, cuáles son los costos que han tenido y cuáles son las obligaciones que las empresas tienen”.
Dentro de las consideraciones no detalladas por la autoridad, se encuentran la logística y los costos de distribución de la vacuna Pfizer a nivel nacional. Para López, la resolución del ISP entrega más dudas que certezas respecto a las obligaciones del laboratorio estadounidense.
“Pfizer solicita eximirse del proceso de control de calidad y reacondicionamiento local. ¿Una vacuna que es tan compleja y lábil la vamos a recibir así no más, quién hará el chequeo? ¿El ISP, como expresa ambiguamente el documento? ¿Por qué no lo hace Pfizer Chile?”, se pregunta.
Consultado por el tema, durante la vocería del día de ayer, @DrEnriqueParis confirmó que Pfizer “se ha comprometido” a entregar la vacuna a través de su propio medio de transporte pero sólo a un punto definido por el Ministerio de Salud, esto es, la Seremi de Salud en Santiago.


Por su parte, Muriel Ramírez, médica salubrista y epidemióloga, advierte en conversación con NYC que la vacuna de Pfizer tiene características que se deben tener en cuenta. Una de ellas, es que las dosis vienen en suspensión congelada, que luego debe diluirse para su utilización.


“Esta vacuna debe ser transportada, almacenada y manejada en condiciones que no son las normales de otras vacunas, por lo tanto, es probable que se requiera una capacitación especial para los equipos de salud que la utilicen”, señala.


“Dadas estas condiciones, la recomendación sería que sea solamente utilizada en ciudades grandes, urbanas y ojalá en hospitales, en las cuales puedan ubicarse supercongeladores. Será muy difícil utilizar esta vacuna en atención primaria y en áreas rurales”.
El 11 de diciembre, México autorizó de emergencia la vacuna Pfizer-BioNTech convirtiéndose, en ese momento, en el sexto país en aprobar la vacuna que se aplica en dos dosis, junto al Reino Unido, Baréin, Canadá, Arabia Saudita y EE.UU.


En conversación con NYC, Jorge Castañeda, investigador de la Universidad @Yo_SoyUAM en México, afirma que recibió con sorpresa la noticia de que la @COFEPRIS, comisión encargada de autorizar medicamentos y vacunas en México, aprobara unánimemente la vacuna Pfizer.


“Esta vacuna (Pfizer), a diferencia de la competencia, no sólo necesita refrigeración sino que necesita una temperatura de ultracongelación. Eso significa que necesitamos mantenerla a -70° C con equipos de características muy específicas”, agrega el experto.
En esa línea, hace sólo un mes @HLGatell, subsecretario de Salud, afirmaba que “México no tiene una red de ultracongelación” por cuanto descartaba la adquisición de la vacuna Pfizer. El experto de la @Yo_SoyUAM nos comparte la realidad de disponibilidad de los equipos requeridos.


“En nuestra universidad hay 25 laboratorios y sólo contamos con 5 ultracongeladores para 80 colaboradores. El costo de cada equipo va desde los 300.000, los más económicos, a más de un millón de pesos mexicanos (aproximadamente $37 millones)”.
Agrega que “el dinero que van a tener que invertir los gobiernos que adquieran esa vacuna será bastante alto, sumado a una logística inédita que tendrán que implementar para poder distribuirla. No tenemos experiencia en estas condiciones”.
Esta posición es compartida por las doctoras Ramírez y López; esta última agrega que, pese a estos obstáculos, la vacuna Pfizer se ha mostrado como una vacuna “segura y eficaz”, aunque su eficacia tiene directa relación con mantener las medidas de prevención durante el proceso.
“Es decir, aún en la hipótesis de que fuéramos capaces de vacunar a toda la población durante 2021, las medidas de distanciamiento social se deberán mantener, ya que aún no hay claridad respecto a si la gente puede contagiarse y, por tanto, contagiar una vez inoculada”.
La doctora Ramírez coincide y agrega que, según la información entregada por Pfizer, no se han evaluado los efectos adversos más allá de 2 meses. Dentro de los cuales se han visto efectos leves (fiebre) y en un 0,5%, efectos adversos de mediana gravedad (arritmia, parestesia).
Respecto al anuncio de las 20 mil dosis para el personal de atención primaria, Mercedes señala que “nos dice que el suministro es limitado y se van a tener que definir grupos. Vacunar a 10 mil personas no alcanza ni para cubrir unidad de pacientes críticos de grandes ciudades”.


Al cierre y consultado sobre si cree que la autorización de la FDA en EE.UU. fue clave en el cambio de criterio del Gobierno de @lopezobrador_ con Pfizer, el investigador Castañeda señala: “Es muy probable, siento que abrió las puertas para que otros países hicieran lo mismo”.
El comité de expertos de la FDA anunció esta semana que la vacuna desarrollada por el laboratorio norteamericano Moderna fue autorizada -con una abstención- para ser utilizada en EE.UU. A diferencia de Pfizer, esta vacuna no requiere ultracongelación.

