

En junio de 2020, la ministra del Deporte @Ceciperez1 anunciaba la segunda etapa de licitación del Parque Deportivo Estadio Nacional, una remodelación completa del recinto con una inversión cercana a los US$22 millones de cara a los Juegos Panamericanos @Santiago2023.


La renovada cara del campo deportivo, sin embargo, deberá alinearse con preservar la carga histórica que arrastra desde 1973, cuando fue utilizado como el centro de detención y tortura más grande del país.


Fue por esta razón que en 2003 fue declarado Monumento Nacional, sobreponiéndose a voces políticas que proponían su demolición, como la del entonces alcalde de Ñuñoa, Pedro Sabat (RN).
Los trabajos de remodelación, sin embargo, ya generan conflictos con los espacios simbólicos que forman parte del denominado “Circuito de la Memoria” del coliseo ñuñoíno.
“En la parte del Camarín de mujeres, hay un sector que tiene una terraza y una jardinera, ahí instalaron unas rejas altísimas, de tres metros o más”, explica Wallys Kunstmann, coordinadora de @Estadio_Memoria, dedicada a la memoria de las personas detenidas en el recinto.


Las intervenciones en el área, relata la dirigenta, comenzaron a fines de 2020 y truncan la planificación que como agrupación habían desarrollado para instalar jardines en torno al Camarín de mujeres.


“Lógicamente que hemos reclamado, porque no solamente el camarín es un espacio que ocuparon las prisioneras: ese lugar es el único al que les permitían llegar cuando las sacaban del encierro, donde ellas se sentaban a conversar, hacer planes o hablar de sus temores”.
No hubo contacto alguno desde la administración del Estadio Nacional, ni tampoco una voz oficial de parte de las autoridades, explica Kunstmann, ya que pese a que la corporación fue citada a una reunión, el encuentro se postergó y a la fecha aún no se ha concretado.


“Nosotros tenemos oficinas a las que no podemos entrar libremente sin autorización del administrador. Esos espacios nadie los regaló, fueron años de trabajo y solicitudes al Consejo de Monumentos Nacionales”, complementa Wallys Kunstmann.
Pese a que el Estadio Nacional Julio Martínez Prádanos fue declarado Monumento Nacional en 2003, desde el @MindepChile aclaran que los sectores intervenidos no tienen dicha categoría, por lo que no se requiere un permiso adicional de @Monumentos_cl para modificar el lugar.
Desde el organismo argumentan que existían problemas de seguridad con los límites del área del Centro Acuático y la Residencia CAR, lo que motivó la instalación de un cierre perimetral de 700 metros lineales, además de un nuevo acceso formal por avenida Grecia.


“Durante las noches, personas hacían ingreso al lugar e incluso algunos menores de edad fueron sorprendidos saltando desde los trampolines de la piscina olímpica”, lo que perjudica a los deportistas que frecuentan las instalaciones, explican desde el @MindepChile.
El Decreto 710 Exento del 11 de septiembre de 2003 establece al coliseo central del Estadio Nacional y su entorno inmediato con un grado de “restricción mayor”, lo que implica la conservación de las construcciones en estado original.


No obstante, precisa que “se permitirán futuros trabajos de conservación y mantenimiento y otros cuyo objetivo sea modernizar su infraestructura (…) sin necesidad de consultar al Consejo de Monumentos Nacionales para su aprobación”.